Si estás pensando en comprarte un nuevo sofá, y te estás planteando que sea de piel, pero no tienes muy claro qué tipos de cuero se utilizan para la fabricación de sofás y sillones a la hora de elegir el más adecuado para el uso que le vas a dar, en éste artículo te contamos todo sobre los tipos de piel natural y piel sintética, para ayudarte a acertar en tu elección.
Para empezar vamos a explicar qué tipos de piel cuero existen, mejores y peores categorías, y cómo diferenciarlos.
Existen diversos tipos de piel y cuero, dependiendo de la capa de la que se extraiga el material, la perfección de las piezas en bruto, y los tratamientos a los que se someta.
Atendiendo a la información, puedes aprender a distinguir cueros naturales y sintéticos, tanto a la hora de comprar para que no te engañen, como para aplicar el tratamiento correcto a la hora de su limpieza y mantenimiento.
Es el cuero con mayor calidad utilizada para tapizar sofás y sillones, se denomina piel anilina porque está teñida con anilina natural y de forma individual para cada una de las piezas de cuero, por lo que el color puede variar de unas partes a otras.
Para el tapizado de sofás y sillones con piel plena flor, sólo se elige un cinco por ciento de todas las pieles naturales, para trabajar con cuero más bello y perfecto, ya que es difícil encontrar animales que no presenten ningún tipo de cicatriz o picadura, por lo que normalmente se extrae de animales muy cuidados, lo que lógicamente encarece el precio de estos sofás y sillones considerados de la más alta gama.
Se puede identificar porque los poros de éste son más visibles, y por su suave tacto, ya que se trata de cuero piel con un tratamiento mínimo que se reduce al proceso de curtido, para que el material presente todas sus cualidades de belleza natural, que con el paso del tiempo también adquiere una estética pátina.
Frente a su valor estético y su carácter de autenticidad natural, tiene como inconveniente su delicada resistencia, y su alto precio, por lo que habitualmente no se utiliza en tapicería de sofás, destinándolo a la fabricación de otros productos en cuero.
Se trata de piel natural de ese noventa y cinco por ciento que no se utiliza en el primer grupo que hemos comentado, lo que hace que sean de categoría inferior, ya que presentan marcas de picaduras, golpes, o cicatrices, por lo que para su uso se realizarán diferentes tratamientos más o menos fuertes, para eliminar las imperfecciones y conseguir una superficie homogénea, mediante lijado.
Cuanto mayor sea el grado de imperfecciones de la superficie, más agresivo tendrá que ser el proceso de lijado, para conseguir igualar la piel, y por lo tanto, esta disminuirá de grosor, quedando mucho más fina.
Este tipo de pieles se denominan piel flor rectificadas, y en éste proceso se pierden cualidades naturales como la elasticidad, traspiración, resistencia y suavidad, y para corregir la delgadez tras los procesos de lijado, se realizan tratamientos para dotar éstas piezas de tela de cuero, de un mayor espesor.
La aplicación del color en éstos tipos de cueros se hace en cubas de dimensiones adecuadas para teñir varias piezas a la vez, por lo que se consigue un teñido homogéneo de todas las piezas empleadas para el tapizado de un determinado mobiliario.
En cualquier caso, en piel natural de calidad, éste tipo de cuero es el más utilizado por su adecuada relación calidad-precio, y su mejor resistencia al paso del tiempo, por contar con la aplicación de un tratamiento protector, para ayudar en su limpieza y mantenimiento, que aunque le resta ciertas características, no elimina sus cualidades de belleza natural.
Pero ¡ojo!, porque aunque hablemos de mayor resistencia, no podemos olvidar que se trata de cuero natural, y por lo tanto sigue siendo sensible a las manchas por absorción, rozaduras y por supuesto roturas con aplicación de objetos punzantes, como pueden ser las uñas de un gato.
Son piezas de cuero que como su nombre indica, han sufrido procesos de rectificación hasta conseguir superficies homogéneas, que por supuesto ya no permiten ver su dibujo original, y están tratadas con productos para aumentar su resistencia, lo que las hace muy recomendables a la hora de elegir éste material para el tapizado y renovación de sillones de piel y sofás.
Este material también procede de piel natural, pero se obtiene de una capa inferior que al ser menos resistente, se refuerza a base de tratamientos con productos sintéticos.
Lo habitual es utilizar éste material para zonas de los tapizados menos expuestas al uso y roce, por poner ejemplos, se suelen usar para la base, laterales o zonas traseras de sofás, mientras que los respaldos ,asientos, brazos y faldones delanteros se tapizan con piel flor, con el fin de conseguir sofás y sillones de cuero auténtico al mejor precio.
Los distintos tipos de cuero son materiales naturales, y como tales necesitan unos cuidados más delicados que los productos artificiales.
Entre los consejos de cuidado y mantenimiento básico están los siguientes:
Coloca siempre los sofás y sillones de cuero natural alejados de fuentes de calor como radiadores, estufas o chimeneas, ya que la piel, para mantenerse bien y no cuartearse debe estar siempre bien hidratada, por lo que el exceso de calor, reseca y elimina la necesaria humedad que le confiere propiedades de elasticidad y resistencia.
De igual forma, hay que evitar prolongadas exposiciones del cuero piel la luz del sol, evitando situar el mueble cerca de una ventana, ya que los rayos del sol pueden deteriorar el color del sofá produciendo manchas, además de resecar la piel.
También hay que evitar elementos punzantes, a la hora de utilizar un sofá de piel, como pueden ser remaches de pantalones, cremalleras, y por supuesto alejar mascotas felinas que puedan utilizar el mueble para afilarse las uñas.
Utiliza una cera protectora para cuero, cada dos o tres meses, con ello mantendrás la hidratación de la piel, y además la harás más resistente frente a las manchas y accidentes.
A la hora de limpiar sofá cuero, lo mejor es emplear la limpieza sofá en seco, y limpiar el polvo con mucha frecuencia, utilizando un paño seco y suave.
Nunca utilices productos químicos a la hora de realizar la limpieza húmeda de un sofá de piel porque no funciona como al limpiar sofá de tela.
Si tienes necesidad de limpiar un sofá de cuero más profundamente hazlo con una bayeta suave humedecida en agua templada, y muy escurrida, haciendo pasadas en círculo, y de forma ordenada, para trabajar todas las zonas haciendo una limpieza homogénea.
También es muy importante emplear una crema hidratante para nutrir sofás de piel o cuero, después de eliminar el polvo, aplicando en pequeña cantidad para evitar sobre saturación y manchas, trabaja en círculos con un paño, y trabajando la superficie hasta que absorba, y aparezca el brillo.
Para eliminar las manchas accidentales, debes aplicar papel higiénico o de cocina inmediatamente, para absorber con cuidado y sin extender.
A continuación puedes probar con un poco de jabón neutro diluido en agua, frotando con la mayor precisión sobre la mancha.
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Este tipo de materiales no son de origen natural, y en su composición encontramos una parte textil recubierta por otra capa de plástico.
Se denomina ecopiel, cuando al material anterior se le añade otra capa superficial compuesta por restos de pieles trituradas finamente con elementos aglutinantes y adhesivos, con el fin de conseguir un aspecto y textura más parecido al de la piel auténtica, pero realmente se trata de una mera apariencia, ya que su resistencia al desgaste y la exposición de luz es mucho menor.
Para hacer la limpieza de éste tipo de sofás, tendrás que seguir los mismos procedimientos que para limpiar un sofá de cuero.
La piel artificial o piel sintética al estar compuesta por plástico, no permite la traspiración, por lo que en contacto con el cuerpo genera calor y sudor, y por supuesto no está dotada con la elasticidad propia de los materiales naturales, su resistencia al paso del tiempo es peor, pero a diferencia de los cueros naturales, es muy resistente ante la suciedad y soporta mejor determinadas agresiones producidas por un mal uso, también es un material mucho más barato, que no requiere apenas mantenimiento, y de muy fácil limpieza con agua y jabón.
Para hacer una reflexión final, es importante saber que cada material presenta unas ventajas e inconvenientes como te hemos comentado, pero lo importante es que realmente reconozcas de qué tipo de material es cada pieza, para poder realizar la limpieza de sofás más adecuada y mantenerlos a punto.
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