A la hora de decorar todos elegimos elementos que aportan estética y personalidad a nuestros espacios, sin tener muchas veces en cuenta los tipos de materiales que pueden condicionar mucho su posterior limpieza y conservación, como sucede con los distintos tipos de alfombras.
En Limpieza y Mantenimiento Limar, como empresa de limpieza profesional sabemos lo importante que es conocer los materiales con los que están fabricadas todas las superficies para una correcta conservación, y por eso hoy vamos a ver de qué material ,y cómo están confeccionados los diferentes tipos de alfombras que encontrarás en el mercado.
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Los distintos tipos de alfombras artesanales suelen confeccionarse con materias primas naturales como el hilo de algodón, seda, lino o lana, y otras fibras vegetales como esparto, yute, o sisal.
En este caso cuando se trata de alfombras hechas a mano, las fibras se tiñen también con pigmentos naturales, dato a tener en cuenta a la hora de su limpieza y conservación, para evitar su decoloración por exposición solar, o por el uso de productos y procedimientos inadecuados, que pueden desteñir o emborrachar los colores.
Originarias de países orientales como Irán, Paquistán, Afganistán o Turquía, estos tipos de alfombras están confeccionadas manualmente por lo que se trata de piezas únicas y singulares.
Entre ese tipo de alfombras, se encuentran las valiosas alfombras persas, generalmente realizadas con lana, o combinando este material con hilos de seda, y cuyo valor viene definido por la cantidad de nudos que contengan en su reverso.
A mayor número de nudos por metro cuadrado, más aumenta el valor de cada pieza. En su decoración se incluyen arabescos y motivos florales con colores característicos.
Los Kilim son otra variedad de alfombras tejidas en telar de forma manual, confeccionadas a partir de la lana o pelo de cabra, y proceden de Afganistán, e Irán, su característica diferencial está en decoraciones mucho más sencillas que las anteriores, y un tacto más áspero, que no disminuye su belleza.
Procedentes del Norte de África de países como Marruecos, Túnez o Argelia, están realizadas manualmente por etnias nómadas que al igual que las anteriores realizan de forma artesanal cada una de las piezas, en las que también se establece su valor dependiendo de la cantidad de nudos que lleven.
Dentro de estas variedades se encuentran las Gabbeh, confeccionadas con lana y piel de oveja y de cabra, en tonalidades lisas, decoración animal, rayas, o motivos abstractos, aportando un aire más moderno este tipo de alfombras de diseño.
Entre los tipos de alfombras realizadas con lana, también son muy valoradas las confeccionadas en Nepal.
Para la fabricación de alfombras realizadas a partir de fibras vegetales se utilizan muy diversas plantas, destacando entre este tipo
Son piezas de escaso coste y durabilidad, realizadas con diversas modalidades tejidas y en colores diversos, pero presentan como inconveniente principal su fácil deterioro en contacto con humedad, así que hay que sustituirlas con frecuencia.
Realizadas con las fibras que se encuentran en la parte exterior de la cáscara de coco, se trata de piezas muy resistentes al tránsito, por lo que este tipo de material también se usa habitualmente para la confección de felpudos de entrada, pero no conviene olvidar que, al tratarse de materias naturales, pueden producir moho en contacto con humedad.
Estos tipos de alfombras son ideales para zonas de alto tránsito por aguantar resistentemente el desgaste.
Realizadas artesanalmente a partir de fibras de lino trenzadas y entrelazadas para crear diferentes dibujos y diseños.
Están confeccionadas a partir de fibras procedentes del mar, son impermeables, y de alto coste por la dificultad de adquisición de estas materias primas.
Tampoco nos podemos olvidar entre los distintos tipos de alfombras de pieles naturales de vaca, oveja, u otros animales, porque hay que saber qué hacer para mantener su limpieza y conservación, ya que se trata de piezas muy resistentes frente al roce, pero muy delicadas frente a la humedad y el ataque de determinados insectos.
Son esos tipos de alfombras que combinan materiales naturales y sintéticos en la elaboración de su diseño, de tal manera que mientras la superficie central de la pieza está realizada con lana, algodón, pieles, o fibras de plantas, su borde está rematado con ribete de lona, piel artificial u otros.
En cuanto a los materiales de fabricación de alfombras, también hay que tener en cuenta que actualmente existen muchos artículos en las que, para su confección, se utiliza una base de látex, o distintos tipos de gomas que no admiten el uso de disolventes u otros productos que las estropean.
Las alfombras realizadas con materiales sintéticos son mucho más económicas ya que se fabrican mecánicamente, y con materias de bajo coste, y además resultan muy resistentes.
Dentro de estos tipos de alfombras también se pueden encontrar diseños singulares y muy estéticos para cubrir espacios con alta exposición al roce y la suciedad, como lugares públicos. Dentro de este tipo de alfombras están:
Confeccionadas con materias sintéticas resistente frente al roce, la humedad e incluso los rayos del sol, suelen imitar a las clásicas alfombras orientales de lana, aunque también existen otros muchos modelos de modernos diseños.
Confeccionadas con materiales sintéticos, repelen la humedad y la anidación de insectos, por lo que son muy duraderas.
Confeccionadas con material tejido previamente y después teñido, con el que se confeccionan alfombras clásicas y modernas con un mantenimiento cómodo y fácil.
También están fabricadas con materiales sintéticos, y normalmente con este tipo de material se fabrican las alfombras de pelo largo lavables, como los típicos pies de cama.
Dentro de los distintos tipos de alfombras que puedes encontrar actualmente, existe una gran variedad de texturas y acabados superficiales
Alfombras anudadas por la parte inferior dejando sus fibras con distintos largos, o rasurados.
Alfombras tejidas sobre una trama de hilo entre los que se tejen las fibras de la cara superior
Alfombras de bucle estructurado, con relieves de distintas alturas.
Alfombras confeccionadas industrialmente con cara vista sobre una base de látex u otros materiales sintéticos.
Alfombras de fibras vegetales entrelazadas o de fibras en punta integradas en una base de goma.
Alfombras tipo patchwork, formadas por trozos de piel unidos con costuras sobre una base textil o de goma.
Alfombras ribeteadas, o con bordes rematados en otros materiales.
Y ahora que ya sabes más sobre los diferentes tipos de alfombras entre las que puedes escoger, vamos a ver algunas cuestiones sobre sus cuidados y limpieza.
Si has llegado hasta aquí, seguro que también te apetecerá conocer algunos sencillos consejos, para el cuidado de todos los tipos de alfombras
El mejor método para mantener la limpieza de cualquiera de los tipos de alfombras que existen es utilizar un aspirador con potencia suficiente y de forma regular.
Las alfombras con base de yute o de látex no son lavables, por el deterioro que el agua produciría en estos materiales, por lo que no se deben sumergir o mojar, salvo para limpiar manchas muy puntuales, evitando que el agua penetre hasta la base.
En alfombras de fibras vegetales, además de pasar el aspirador al menos semanalmente, se puede restablecer el color y brillo, pasando un paño humedecido con agua y jabón neutro muy escurrido, y aclarando después solo con agua sola de la misma manera.
Las alfombras de pura lana y algodón se pueden lavar con jabón neutro, agua fría, y sal, para evitar que los colores se mezclen, pero teniendo en cuenta el tamaño de las piezas, y su valor, siempre es más recomendable encargar su limpieza a una empresa profesional para contar con todas las garantías a la hora de higienizar totalmente y devolver toda su belleza a estos tipos de alfombras.
Dentro del cuidado de alfombras también hay que pensar que las alfombras de lana se suelen recoger durante el verano, y para hacerlo hay que tener en cuenta que pueden ser atacadas por insectos como la polilla que las puede arruinar.
Así que hay que recogerlas en lugares secos, y seguros, incluyendo bolsitas de insecticida, que garantice su protección hasta que volvamos a ponerlas en su sitio, teniendo en cuenta que la mejor forma de mantenerlas sin que se deformen consiste en enrollarlas sobre sí mismas después de hacer su limpieza, y cubrirlas con una sábana vieja, u otra tela de algodón.
Hay que evitar que el sol pueda decolorar las alfombras en la proximidad de ventanales con alta exposición a la luz.
Por último y para prolongar la vida de cualquiera de los tipos de alfombras, es bueno ir rotando su posición cada cierto tiempo, para conseguir un desgaste más homogéneo.
¡Hasta aquí llega nuestro post de hoy, que esperamos te haya gustado!
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